En Euskadi, el precio medio para cambiar un plato de ducha por otro parte de los 300 € y puede superar fácilmente los 1.200 €, dependiendo de varios factores clave. Si se trata de un cambio sencillo —mismo tamaño y ubicación, sin modificar desagües—, el presupuesto suele situarse en la parte baja del rango. Pero si hay que nivelar el suelo, cambiar la grifería o alicatar de nuevo, entonces los costes suben.
Por ejemplo, una estimación típica para un cambio de ducha va de unos 700 € a 1.200 €, pero si es solo reemplazo de plato, los precios bajan bastante, especialmente si el cliente opta por materiales como acrílico o cerámica.
En mi experiencia, los factores que más influyen en el precio son:
- El tipo de plato (resina, cerámica, piedra, etc.)
- El estado previo del baño (humedades, desniveles)
- La necesidad o no de mover grifería o desagües
- La zona geográfica (Donostia y alrededores son más caros que pueblos pequeños)
En municipios como Irún o Hondarribia, los precios pueden estar un 5–10% por debajo de San Sebastián, pero depende de la disponibilidad de mano de obra. En Zarautz, por ejemplo, en temporada alta los precios suben ligeramente por la alta demanda.

Comparativa de precios por zona: Donostia, Irún, Zarautz, Bidart
Vamos con cifras realistas según la ciudad, para que te hagas una idea más clara:
Donostia – San Sebastián
Ciudad con coste de vida alto y mucha demanda de reformas, sobre todo en viviendas antiguas del centro. El precio medio por cambiar un plato de ducha (material + mano de obra) suele oscilar entre 500 € y 1.000 €, pero si el acceso es complicado o se eligen acabados de gama alta, no es raro que se supere esa cifra.
Irún y Hondarribia
Ambas ciudades tienen costes algo más contenidos. En la práctica, he trabajado presupuestos desde 400 € en adelante, con materiales de gama media. El trabajo suele ser más rápido aquí, por lo que también hay ahorro en tiempo y desplazamiento.
Zarautz
Ciudad costera con mucha segunda residencia. Aquí he notado que los precios son algo más estables que en Donostia, pero en verano, cuando la demanda se dispara, se encarece un poco la mano de obra. Presupuesto típico: 300 € a 800 €, dependiendo del tipo de reforma.
Bidart (País Vasco francés)
En Francia, el coste medio ronda los 510 € incluyendo el material, con un rango de 200 a 1.250 € según calidad y complejidad. En esta zona, además, es obligatorio seguir normativas más exigentes en accesibilidad (platos sin barreras).

Tipos de plato de ducha y precios según material
La elección del plato es clave para ajustar el presupuesto. En Euskadi, los más instalados son los de resina con carga mineral, pero hay más opciones:
1. Resina y carga mineral
Son resistentes, antideslizantes y muy seguros. Los precios varían entre 150 € y 500 € solo el material, dependiendo de la marca. Son los que más recomiendo cuando se busca seguridad sin disparar el precio.
Personalmente, me gusta trabajar con platos de resina porque son fáciles de cortar y encajar en huecos irregulares. Además, son los que más me piden personas mayores por su textura antideslizante.
2. Cerámica o gres
Son los más clásicos. Cuestan entre 100 y 300 €. Ventaja: duraderos y baratos. Inconveniente: se rompen más fácilmente y resbalan si no llevan tratamiento.
3. Acrílico
Ideales para presupuestos bajos: 80 a 200 €. Muy ligeros, perfectos para duchas a ras de suelo. Se rayan con facilidad, pero cumplen si se busca funcionalidad sin lujos.
4. Piedra natural
Gama alta. Mármol, granito o cuarzo pueden superar los 500 € (solo el plato). Son elegantes y robustos, pero su instalación es más cara por el peso y la necesidad de precisión.
5. Plato de obra
Ideal para reformas personalizadas. Permite hacer el plato a medida con materiales como mortero o baldosas antideslizantes. Precio completo: 670–1.300 €. Es la opción más versátil y estética si buscas un resultado único.

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Factores técnicos que afectan al precio
El plato no lo es todo. Hay muchos aspectos que modifican el presupuesto final:
Medidas exactas del hueco
Una diferencia de pocos centímetros respecto al plato anterior puede obligar a cortar baldosas o rehacer el suelo. Medir bien es básico.
Impermeabilización
Siempre hay que garantizar estanqueidad. Esto implica añadir membranas y pinturas especiales. Yo nunca lo paso por alto: más vale invertir un poco más ahora que tener filtraciones luego.
Ajuste de grifería
Mover el grifo o la toma de agua requiere trabajo extra de fontanería. Si la altura del grifo no coincide, toca abrir la pared y redistribuir.
Alicatado y acabados
Tras quitar el plato viejo, muchas veces hay que rehacer las paredes. A veces bastan unos azulejos, otras hay que cubrir toda la zona de ducha. Incluye materiales y mano de obra.
Estado del baño
Si hay humedades, grietas o suelos desnivelados, el precio sube. Yo siempre hago inspección previa para ajustar el presupuesto y evitar sorpresas.

Mano de obra: ¿cuánto cuesta y qué incluye?
La mano de obra representa normalmente entre el 40% y el 60% del presupuesto total. Y es algo que conviene entender bien, porque a veces los presupuestos baratos ocultan recortes en este apartado.
El coste medio de la instalación de un nuevo plato de ducha en Euskadi ronda los 150 a 300 €, pero esto solo cubre lo básico:
- Retirar el plato antiguo
- Preparar la base
- Colocar el nuevo plato
- Sellar e impermeabilizar
A esto se le pueden sumar extras como:
- Nivelación del suelo
- Reajuste del desagüe
- Cambio de válvula o grifería
- Retirada de escombros
- Ajuste del alicatado
A mí personalmente me gusta incluir el sellado y prueba de estanqueidad en todos mis presupuestos, aunque el cliente no lo pida. Es una forma de asegurarme de que el trabajo queda perfecto y no hay reclamaciones después.
Cuando el trabajo lo hace un profesional cualificado, puede parecer más caro al principio, pero en realidad ahorras disgustos y tiempo.

Consejos antes de pedir presupuesto
Antes de contactar con una empresa o un autónomo para cambiar tu plato de ducha, es útil tener en cuenta algunos consejos prácticos que he aprendido con la experiencia:
1. Ten claras las medidas
Toma las medidas exactas del plato actual. Ancho, largo y, si puedes, la ubicación del desagüe. Esto agiliza mucho el presupuesto.
2. Piensa en el uso futuro
Si es una vivienda habitual, invierte en calidad. Si es para alquilar, puedes optar por materiales más económicos, pero resistentes.
3. Compara presupuestos con detalle
No te quedes solo con el precio final. Fíjate en lo que incluye (retirada de escombros, sellado, garantía…). A veces lo barato sale caro.
4. Revisa valoraciones si buscas online
Si recurres a webs tipo Habitissimo, asegúrate de leer reseñas y comparar trabajos anteriores. En Euskadi hay muchos profesionales excelentes, pero también chapuzas.
5. Verifica que no sea necesario modificar el desagüe
Esto puede disparar el presupuesto si no estaba previsto. Pregunta siempre si el cambio implicará alterar el sistema actual.
Una vez, en un piso antiguo en Amara (Donostia), el desagüe estaba desplazado casi 20 cm del nuevo plato. Nos tocó rehacer parte del suelo y levantar media ducha, algo que no estaba en el presupuesto inicial. Por eso insisto tanto en verificar bien estos detalles desde el principio.

¿Cuándo conviene sustituir el plato de ducha?
No hace falta esperar a que se rompa para cambiarlo. Hay señales que indican que es hora de actualizar tu plato:
- Filtraciones o humedades: si aparece moho o el techo del vecino tiene manchas, puede haber una fuga.
- Resbalones frecuentes: los platos antiguos de cerámica suelen ser muy deslizantes.
- Estética anticuada: cambiar el plato puede modernizar todo el baño sin grandes reformas.
- Problemas de accesibilidad: si alguien en casa tiene movilidad reducida, un plato más bajo o antideslizante mejora mucho la seguridad.
- Malos olores: a veces es un problema de sifón o desagüe, pero otras es el propio plato agrietado que deja pasar agua.
En Zarautz, una clienta mayor nos llamó tras un pequeño accidente en la ducha. Cambiamos el plato por uno extraplano de resina, antideslizante y adaptado a su movilidad. Ahora se ducha sin miedo, y dice que es una de las mejores decisiones que ha tomado para su salud.
¿Se puede cambiar el plato sin tocar los azulejos?
Sí, y es más común de lo que parece. Siempre que el nuevo plato tenga dimensiones similares o mayores, se puede colocar sin necesidad de alicatar. Eso sí, hay que sellar perfectamente y tener cuidado con los bordes.
En uno de los pisos que reformamos en Irún, conseguimos cambiar el plato sin tocar ni una baldosa. Elegimos un modelo ligeramente más grande y lo encajamos justo al borde. El resultado quedó impecable y el cliente se ahorró más de 200 € en materiales y mano de obra.
Si quieres evitar obras, asegúrate de elegir un plato que encaje bien y busca un profesional con experiencia en este tipo de trabajos. No todos saben hacerlo bien.

Conclusión: cambiar tu plato de ducha es una inversión en comodidad y seguridad
Cambiar un plato de ducha no es solo una cuestión estética. Es una decisión que afecta a tu comodidad diaria, tu seguridad y, en muchos casos, al valor de tu vivienda. En Euskadi, los precios son competitivos y hay muchas opciones según tu presupuesto y necesidades.
Desde modelos económicos hasta platos de diseño, lo importante es contar con un profesional que te asesore, se adapte a tu baño y evite sorpresas desagradables.
Después de muchos trabajos en la zona, puedo decirte que cada baño es un mundo. Pero también te aseguro que cambiar el plato de ducha es una de las reformas más agradecidas: mejora tu día a día desde el primer momento.
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